viernes, 12 de septiembre de 2014
Problemas medioambientales en áreas urbanas
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Contaminación del aire |
Los problemas ambientales en áreas urbanas
y en los alrededores de éstas son fenómenos que se derivan de la
sobrepoblación y que se traducen en el deterioro de las condiciones
ambientales. El cambio del uso del suelo, y la concentración del uso de
recursos naturales, están en el origen de los problemas ambientales.
Como lugar de crecimiento demográfico,
actividad comercial e industrial, las ciudades concentran el uso de
energía y recursos y la generación de desperdicios al punto en que los
sistemas tanto artificiales como naturales se sobrecargan y las
capacidades para manejarlos se ven abrumadas.
Esta situación es empeorada por el rápido crecimiento demográfico de
las urbes. Los daños o costos ambientales resultantes ponen en peligro
la futura productividad de las ciudades y la salud y calidad de vida de
sus ciudadanos.
Las ciudades se han vuelto las principales “zonas rojas ambientales“ que requieren urgentemente de atención especial en las evaluaciones ambientales regionales y de proyecto, y en la planificación y administración ambiental a escala regional metropolitana.
Los sistemas y servicios urbanos (p.ej. agua potable, saneamiento,
transporte público y caminos) se congestionan cada vez más debido al
crecimiento demográfico, comercial e industrial, junto con una mala
administración urbana.
Los recursos naturales (agua, aire, bosques, minerales, tierra),
vitales para el desarrollo económico de las ciudades y de futuras
generaciones, se pierden o malgastan mediante políticas urbanas
inapropiadas.
Aumenta constantemente el radio de impacto de las ciudades sobre los
recursos que se hallan lejos de sus fronteras. Es más, las áreas urbanas
se encuentran inundadas por sus propios desechos y asfixiadas por sus propias emisiones como resultado de políticas y prácticas inadecuadas de control de la contaminación y manejo de los desechos.
Muchos impactos negativos se asocian con las condiciones antes
descritas. Los mayores riesgos de salud en muchas ciudades de los países
en desarrollo, aun se encuentran ligados al tradicional problema de la
eliminación de la excreta.
Al mismo tiempo, existe una creciente preocupación en torno a los
riesgos que para la salud representa la modernización debido a los
desechos y emisiones tóxicos, traumas (accidentes de tránsito y otros,
muertes violentas), y el stress urbano.
La escala espacial de estos impactos va desde el hogar hasta la
comunidad entera, el área urbana y en algunos casos, las regiones más
allá. Los impactos de mayor preocupación aun se encuentran a menudo a
escala doméstica y comunitaria, y se relacionan con las deficiencias de
infraestructura y servicios urbanos.
Los habitantes de los urbes, particularmente los pobres, soportan la
mayoría de las condiciones del ambiente deteriorado mediante la pérdida
de salud y productividad y la disminución de la calidad de vida.
Se elevan los costos de la explotación de los recursos (p.ej. el
costo de nuevas fuentes de agua potable) a medida que se acaban los
recursos económicamente asequibles y de alta calidad.
Las emisiones relacionadas con los problemas ambientales regionales y
globales, se generan cada vez en las áreas urbanas o como resultado de
la demanda urbana (por ejemplo, la urbanización en sí podría ser un
factor principal en la demanda mundial de energía durante la próxima
generación).
La ciudad, sin mi coche
Los problemas de movilidad urbana, la contaminación del aire y el
ruido son una fuente creciente de preocupación para los europeos.
Como respuesta a esta situación, en 1998 comenzó a desarrollarse en
Francia la iniciativa “¡La ciudad, sin mi coche!”. Se planteó como una
experiencia piloto con el objetivo de resaltar los problemas de
movilidad en las ciudades y sus consecuencias en la calidad ambiental y
en habitabilidad de las mismas, atrayendo la atención de los ciudadanos y
autoridades locales sobre la incidencia negativa que la hegemonía del
automóvil tiene en nuestra sociedad. Asimismo se proponía la búsqueda de
nuevas alternativas de la movilidad urbana.
El objetivo del proyecto era sensibilizar tanto a los responsables
políticos como a los ciudadanos de la necesidad de cambiar los hábitos
de movilidad de las ciudades, para permitir comprobar los beneficios
ambientales de ciudades con menos vehículos privados, a la vez que se
promovía el diálogo entre todos los agentes implicados para el
desarrollo de nuevos planes y sistemas de transporte.
Esta experiencia se extendió a toda Europa desde que en el año 2000
la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea
proporcionó el apoyo político y financiero para la organización del día
europeo “¡La ciudad, sin mi coche!” que se celebraría por primera vez el
22 de septiembre de 2000 en toda Europa.
Durante los últimos años esta iniciativa ha evolucionado, ampliando
su ámbito geográfico de actuación y su grado de difusión a nivel
mundial. Dentro de esa evolución, y debido a la necesidad de extender
las actividades relacionadas con la movilidad sostenible a un periodo de
tiempo más amplio, en el año 2002 se lanzó la “Semana Europea de la
Movilidad”.
La Semana Europea de la Movilidad persigue los mismos objetivos que
“¡La ciudad, sin mi coche!”, pero intenta además que dicha contribución
se prolongue en el tiempo y que los ciudadanos perciban que se realizan
más esfuerzos, más variados y durante más tiempo que cerrar una zona de
la ciudad al tráfico durante un único día.
El siguiente paso en la evolución de las iniciativas fue ir aún más
allá y no conformarse con realizar actividades durante una semana, sino
desarrollar acciones e iniciativas que permanecieran en el tiempo y que
recordaran a los ciudadanos durante todos los días del año, que una
movilidad sostenible era posible. Así nacieron las medidas permanentes
como requisito indispensable para participar en las iniciativas y cuyo
pionero en su introducción fue España, extendiéndose más tarde dicho
requisito al ámbito europeo.
El trabajo realizado en los últimos años ha dado como fruto que los
Proyectos de la Semana Europea de la Movilidad y el Día sin Coches se
hayan consolidado a nivel europeo y español, hecho que se demuestra por
gran número de ayuntamientos participantes, de forma voluntaria, en el
desarrollo de estos proyectos. (Ministerio de Medio Ambiente)
jueves, 11 de septiembre de 2014
Accidentes geográficos de la costa
Golfo: Entrante de la costa entre dos cabos.
Bahía: Abertura costera amplia y curva.
Estrecho: Pasaje angosto que comunica dos masas de agua.
Archipiélago: conjunto de islas.
Península: Territorio casi íntegramente rodeado por agua
unido a una superficie
mayor por una estrecha franja de tierra llamado istmo.
Istmo: Franja angosta de tierra que une una península con una superficie
mayor.
Punta: Porción de tierra más angosta que un cabo que penetra
en el mar.
Isla: Porción de tierra completamente rodeada por agua
Estuarios: Desembocadura de río muy abierta y en forma de embudo
formada por acción del ascenso y descenso de las mareas oceánicas.
Albufera: es una laguna litoral de agua salada o ligeramente salobre,
separada del mar por una lengua o cordón de arenas pero en comunicación
con el mar por uno o más puntos. Su formación suele deberse a la
colmatación de una antigua bahía por los aportes de sedimentos marinos o
fluviales.
Delta: se denomina delta al territorio triangular formado en la desembocadura
de un río, mediante sedimentos que se depositan a medida que la
corriente del río va desapareciendo. Esta forma se da con ríos de edad avanzada o con una pendiente de escurrimiento muy débil
Playa: es un depósito de sedimentos no consolidados que varían entre arena y
grava, excluyendo el fango ya que no es un plano aluvial o costa de manglar,
que se extiende desde la base de la duna o el límite donde termina la
vegetación hasta una profundidad por donde los sedimentos ya no se
mueven.
Accidentes geográficos de la sierra
Meseta es una planicie extensa situada a una determinada
altitud sobre el nivel del mar (más de 500m) provocada por fuerzas
tectónicas, por erosión del terreno circundante, o por el emergimiento de una meseta submarina.
Cordillera es una sucesión de montañas enlazadas entre sí (mayor que la sierra). Constituyen zonas plegadas o en fase de plegamiento.
Colina es una eminencia del terreno que, en general, no supera los 100 metros desde la base hasta la cima.
Montaña es una eminencia topográfica (elevación natural de terreno) superior a 700 metros respecto a su base.
Llanura es una planicie de la superficie terrestre y es una extensión
plana o con ligeras ondulaciones generalmente debajo de los 200 metros sobre el nievel del mar
Todos somos geógrafos

Geografía quiere decir descripción de la Tierra. La Geografía es
la ciencia que estudia los hechos y los fenómenos físicos, biológicos y
humanos ocurridos sobre la superficie de la Tierra. También investiga
las causas que los producen y sus relaciones mutuas.
Historia de la disciplina
En sus comienzos, la geografía se construyó a partir de los
trabajos de viajeros, exploradores, biólogos, topógrafos, cartógrafos y
de estudios empíricos. Los inicios de la geografía se dedicaron al
conocimiento de nuevas tierras, a elaborar los primeros mapas, descubrir
los cursos de los ríos, determinar el relieve y explicar fenómenos como
el vulcanismo, las inundaciones, sequías y eclipses.
La figura de Tolomeo es muy importante en la historia de la geografía.
Él recopiló todos los conocimientos de los griegos, realizó interesantes
mapamundis y elaboró una obra llamada “Guía Geográfica”.
Durante la edad media fueron traducidos al árabe algunos textos
griegos sobre geografía, pero sólo cuando estos se tradujeron al latín
llegaron a Europa.
Aún hasta el siglo XVIII la geografía se dedicó a la acumulación de
datos geográficos. Hasta ese entonces fueron relevantes los viajes del
italiano Marco Polo en el siglo XIII, las cruzadas cristianas, las exploraciones de españoles y europeos.
En el XIX se realizaron exploraciones de carácter científico a las
tierras descubiertas en el siglo XVI. Los conceptos "modernos" de la
geografía sólo tuvieron aceptación a principios del siglo XIX con la
aparición de trabajos como los de los alemanes Alejandro de Humboldt y
Carl Ritter. El primero de ellos realizó avances en el estudio y
descripción de los factores naturales, vistos como un conjunto y no como
sucesos separados, además incluyó algunos estudios históricos en sus
trabajos de geografía. Ritter centró todo su análisis en el estudio de
áreas teniendo en cuenta los fenómenos históricos, culturales y
económicos.
El también alemán Friedrich Ratzel, basó su teoría en tratar de
demostrar que el medio físico determina los comportamientos sociales y
demográficos de las personas, pensamiento base del determinismo
geográfico. En ese periodo también se destacan los geógrafos Ferdinand
von Richthofen y Alfred Hettner.
A finales del siglo XIX, el geógrafo Paul Vidal de la Blache, se
opuso a la idea de que el medio físico determina las actividades
humanas. Él dedico sus estudios a demostrar que los aspectos sociales
tienen incluso más relevancia que los factores físicos.
Comenzando el siglo XX se mantuvieron los esquemas típicos de la
investigación geográfica. Sólo hasta mediados de siglo florecieron
nuevas corrientes teóricas y metodológicas, por ejemplo se adaptaron
métodos cuantitativos a los análisis de localización espacial y
demografía; entre los teóricos que impulsaron estas ideas se puede
recordad a Heinrich von Thünen y Walter Christaller, quienes
desarrollaron modelos sobre localización espacial que hoy se consideran
obsoletos.
Posteriormente los estudios geográficos se separaron en diferentes
corrientes de pensamiento, principalmente entra las que apoyaban los
métodos cualitativos y las que defendían los análisis cuantitativos y
físicos.
En las últimas décadas se han añadido nuevos retos a la geografía. La
creación de los Sistemas de Información Geográfica (SIG), que permiten
el análisis simultáneo de datos y la elaboración de cartografía y
modelos espaciales plantean nuevos caminos para los trabajos en Geografía. En 1980 surge en Inglaterra la Geografía de Género o feminista, se buscaba equidad de oportunidades. 5.000 años de patriarcado comenzaban a zozobrar, y hay que rever toda la Geografía en pos de la Geografía de Género. En los 90 aparcen Foucault y Haberman, con una Geografía posmoderna. Ya se deja esa dicotomía de la modernidad para pasar a planteos triconómicos: sociedad, tiempo y espacio.
Y por aquí iremos nosostros...
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